Historia:

El “Centro de Meditación” que construyó el Arquitecto Agustín Hernández para su hermana Amalia, es más que un edificio; es una obra indivisible que combina arquitectura, escultura, pintura y simbolismo en un conjunto armonioso. Esta creación se distingue por el uso de formas geométricas, como el cuadrado, el círculo y la espiral. También materiales naturales que se integran con el entorno, reflejando una conexión con la naturaleza. Hernández ha reinterpretado monumentos ancestrales al incorporar elementos tradicionales en una propuesta contemporánea, siempre buscando que los espacios interiores respondan a los valores humanos y espirituales de la obra.

Destaca el uso de un mosaico de ladrillo blanco, en el que los patrones de rectángulos alternados crean un movimiento sutil y continuo. Durante el día, la estructura se funde con el cielo azul, evocando la pureza y la vida exacta. Además, el detalle de cinco perforaciones en forma de T invertida, símbolo Ik de los mayas, refuerza el carácter místico y sagrado del lugar.

En conjunto, el “Centro de Meditación” se presenta como una obra que trasciende lo meramente visual. No es solo un edificio ni una escultura, sino una obra total que integra la forma, el espacio y el color para crear un entorno espiritual y estético. Cada uno de sus elementos contribuye a un todo coherente, renovando la tradición con una perspectiva única que convierte símbolos universales en una experiencia profundamente contemporánea y significativa.

Descripción:

Este terreno se encuentra en un lugar tranquilo dentro de una zona privada, escriturado, cuenta con todos los servicios, rodeado de arboles excepcionales.

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